
El 31-1 de octubre es Samhain en nuestro emisferio norte, una de las festividades ancestrales de la Rueda del Año. Su origen se atribuye a celtas y germánicos precristianos, pero lo cierto es que encontramos celebraciones muy antiguas en otros lugares que también tienen mucha similitud. Por ejemplo, la Castañada aquí en Cataluña tiene muchos siglos de historia y es una fecha donde la tradición popular celebraba el final de las cosechas, la bajada de los pastores con sus rebaños y hacían homenaje a sus difuntos. Tradición que a día de hoy aún perdura.
Volviendo a la Rueda del Año, para la magia es importante porque nos permite trabajar el conocimiento y la sincronicidad con los ritmos de la naturaleza y los ritmos planetarios de continuidad y de cambio.
Samhain simboliza el final de un ciclo; el final de las cosechas, comienzan a aparecer las primeras heladas, los árboles dejan caer sus hojas y poco a poco todo se va durmiendo, los ritmos de la naturaleza se hacen más lentos, se paran. La oscuridad gana terreno también a nuestro Sol. Se considera el final del año celta que supone también la llegada de un nuevo ciclo; la eterna rueda. Se celebra entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno. Marca la transición entre la mitad luminosa y la mitad oscura del año.
Es un tiempo donde el velo entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos es muy fino. Es un buen momento para trabajar la adivinación y durante este periodo nuestros sueños también se vuelven más vívidos y reveladores. Podemos desarrollar nuestras habilidades psíquicas y también es un tiempo para trabajar la solitud, meditar y pensar sobre la vida y la muerte y nuestra conexión con el resto de seres vivos.
También es una festividad asociada al fuego, ya que es un símbolo mágico de luz, purificación y renovación. Así que comparto con vosotros y vosotras un pequeño ritual adecuado a estas fechas para hacer un balance de dónde nos encontramos y nos desprendamos de todo aquello que nos sobra:
Primero de todo, dedicamos un tiempo a reflexionar, valorar y hacer balance de todas las cosas que habéis vivido durante estos meses anteriores. Como los árboles en el otoño, escribid en una hoja en blanco todo lo que no queréis y/o ya no necesitáis en vuestra vida y, en una segunda hoja, hay que escribir las cosas que queremos estén presentes en nuestra vida y queréis atraed para vivir en abundancia (entendiendo la abundancia no solamente como una cosa material, sino a todos los niveles: físico, emocional y espiritual).
Si tenéis un caldero de bruja o sino con una cazuela de barro también hacéis 😜, lo llenáis con unas cuantas hierbas aromáticas asociadas a la purificación y limpieza energética, como el romero, el tomillo, la artemisia, la salvia o la lavanda. Encendéis las hierbas y, cuando haya llama, tiráis a dentro el papel donde habéis escrito lo que ya no queréis. Dejad que el fuego se consuma y vaya trabajando todo lo que tenga que trabajar. Una vez esté todo bien apagado, lo enterráis fuera de vuestra casa en un lugar un poco alejado de donde vivís para que estas energías no os vuelvan a venir. Cuando lo enterréis le dáis las gracias a la Tierra por acoger, transformar y ayudar a limpiar todo lo que ya no queremos/necesitamos.
Los siguientes meses son adecuados para la meditación, así que será bueno que tengáis presente vuestro papel con las cosas que sí queréis en vuestra vida para irlo pensando y trabajando poco a poco. ¡Ya vendrá el despertar de la energía en primavera para ponernos en acción!
✨🎃 ¡Muy buena Castañada y Samhain a todo el mundo! 🧙🏽🔥